Sacha Barrio Healey
En 1994 sin previo aviso y tras años de
lucha se terminó el Apartheid. El asunto racial es altamente sensible, y cada
vez que alguien toca el tema las orejas se alertan. Un cambio importante ha sucedido en menos de
20 años, y es que tanto Blancos como Negros están haciendo un trabajo por sanar
las heridas. Nunca hubieron imaginado poder reducir las tensiones raciales al nivel
de hoy en día. Obviamente hay remanentes
de resentimiento, racismo invertido de negros y de racismo de blancos, pero en
general, la sociedad esforzadamente se orienta hacia la integración. Aun cuando,
las diferencias en cultura, educación y estatus social son grandes. Sin embargo, al visitar Sur África pareciera
que estuvieras en el primer mundo, ningún país del África tiene estándar de
vida semejante.
En
estuve sentado en mesas de blancos, observé que se insistía a los negros que
por favor se sienten a la mesa, sucios y con reticencia, pero sonrientes se
unían a comer y conversar. Se advierte este juego donde tanto blancos como
negros se esmeran por percibirse y entenderse.
Es duro perdonar a quién por generaciones ha ejercido tanta opresión y
dolor. Pero ese es el legado de Mandela. El congreso nos llevó a un paseo en
catamarán en Cape Town y de lejos vimos a Robben island, donde Madiba, como le
llaman al gran jefe, estuvo preso 27 años. Lugar donde varios ex internos son
ahora guías turistas y han convertido en museo a esta histórica cárcel. Confiesan
que Mandela tenía tanto carisma que con los años se ganó el cariño y el respeto
de sus guardias blancos, y al final de su estadía lo trataban como rey. Allí
quizá se forjó su política del perdón. Cuando le otorgaron el premio nobel de
la paz compartido con De Clerk, el ANC le dijo que no podía aceptar compartir
un premio con el opresor. Pero no aceptar el premio con un blanco era
traicionar su legado, su visión del futuro y su conmovedor mensaje de
perdón. Hoy en día cada vez más común es
el mestizaje entre blancos y negros e hindúes.
Estuve caminando un día por el bosque con
una abuela alemana, de piel y cabellos blancos, en medio del Apartheid se había
dado el trabajo de estudiar Zulu. Caminando en el bosque nos cruzamos un grupo
de hombres negros y les saludo en su idioma, tuvieron un intercambio de
palabras mientras transitaban, el grupo de negros empezó a reírse, soltaban exhalaciones
de risas silenciosas. Observe una particular alegría entre ellos, difícil de
explicar. Siguiendo nuestro camino la señora me empezó a explicar lo complejo
que es idioma Zulu, es una lengua donde el tiempo, el género y la persona va
todo articulado, en una palabra. Después de años de aprender el idioma, y
dominar la gramática se dio cuenta que la tarea era más complicada aun, había una
barrera adicional que al aprender desconocía e iba más allá de la linguistica. Según esta señora su alemán nativo, el inglés
y las lenguas romances son lenguas áridas y primitivas comparadas con el Zulu
africano. En las lenguas europeas hay variedad de opciones de como trasmitir el
mensaje, pero no se compara con el Zulu, que es un idioma que permite
transmitir infinidad de matices y emociones según como articules la oración. Lo
singular es que cuando hablan en Zulu, todos los africanos saben al menos unas
mil fabulas, historias y leyendas de su intricada tradición, y estas metáforas
las entretejen en su conversación, como imágenes, como símbolos, como
moralejas, dándole así al idioma una extensión filosófica adicional. Ellos se
comunican en parábolas donde se transmite otro horizonte paralelo de información.
Video tomado en Soweto, en un calle donde vivio Desmond Tutu y Nelson Mandela.
Siendo blanco, inevitablemente me vi
envuelto en tal dicotomía social. Cuando le servía, a un negro que curiosamente
se llamaba promesa (Promise), me preguntó si la comida tenía pescado. Sucede
que cuando niño una de las esposas de su padre intentó envenenarle, y ahora por
más que experimente comer pescado, se pone mal con reacciones alérgicas similares
a las que padeció con el envenenamiento. Comentó que en su pueblo antes de ir a
la policía debes ir donde el jefe de la tribu, ya que es una falta de respeto
no hacerlo, pero el jefe solo te da audiencia si tienes dos esposas, ya que un
hombre con solo una esposa aún no ha demostrado hombría. Promise es un experto en Permacultura y en
Horticultura, pero su mano de obra en el mercado vale la mitad que la de un
blanco.
Latinoamérica es otro continente con el
legado de nativos oprimidos por el blanco europeo. Pero quizá no tenemos tal
grado de consciencia o sensibilidad sobre la tensión racial, hemos adormecido
los sentidos conviviendo entre blancos e indios, no hacemos esfuerzo consciente
por sanar las heridas y las diferencias sociales. Perdemos también ese gran legado del mundo indígena
pre hispánico. Quizá no sea mala idea
aprender de los africanos ese esfuerzo consciente por sanar las heridas entre
nativos y europeos.