lunes, 18 de marzo de 2019

¿QUE NOS ENSEÑAN LAS HERIDAS DE SUR ÁFRICA?



                                                                                                                       Sacha Barrio Healey
En 1994 sin previo aviso y tras años de lucha se terminó el Apartheid. El asunto racial es altamente sensible, y cada vez que alguien toca el tema las orejas se alertan.  Un cambio importante ha sucedido en menos de 20 años, y es que tanto Blancos como Negros están haciendo un trabajo por sanar las heridas. Nunca hubieron imaginado poder reducir las tensiones raciales al nivel de hoy en día.  Obviamente hay remanentes de resentimiento, racismo invertido de negros y de racismo de blancos, pero en general, la sociedad esforzadamente se orienta hacia la integración. Aun cuando, las diferencias en cultura, educación y estatus social son grandes.  Sin embargo, al visitar Sur África pareciera que estuvieras en el primer mundo, ningún país del África tiene estándar de vida semejante.  


 En estuve sentado en mesas de blancos, observé que se insistía a los negros que por favor se sienten a la mesa, sucios y con reticencia, pero sonrientes se unían a comer y conversar. Se advierte este juego donde tanto blancos como negros se esmeran por percibirse y entenderse.  Es duro perdonar a quién por generaciones ha ejercido tanta opresión y dolor. Pero ese es el legado de Mandela. El congreso nos llevó a un paseo en catamarán en Cape Town y de lejos vimos a Robben island, donde Madiba, como le llaman al gran jefe, estuvo preso 27 años. Lugar donde varios ex internos son ahora guías turistas y han convertido en museo a esta histórica cárcel. Confiesan que Mandela tenía tanto carisma que con los años se ganó el cariño y el respeto de sus guardias blancos, y al final de su estadía lo trataban como rey. Allí quizá se forjó su política del perdón. Cuando le otorgaron el premio nobel de la paz compartido con De Clerk, el ANC le dijo que no podía aceptar compartir un premio con el opresor. Pero no aceptar el premio con un blanco era traicionar su legado, su visión del futuro y su conmovedor mensaje de perdón.  Hoy en día cada vez más común es el mestizaje entre blancos y negros e hindúes.


Estuve caminando un día por el bosque con una abuela alemana, de piel y cabellos blancos, en medio del Apartheid se había dado el trabajo de estudiar Zulu. Caminando en el bosque nos cruzamos un grupo de hombres negros y les saludo en su idioma, tuvieron un intercambio de palabras mientras transitaban, el grupo de negros empezó a reírse, soltaban exhalaciones de risas silenciosas. Observe una particular alegría entre ellos, difícil de explicar. Siguiendo nuestro camino la señora me empezó a explicar lo complejo que es idioma Zulu, es una lengua donde el tiempo, el género y la persona va todo articulado, en una palabra. Después de años de aprender el idioma, y dominar la gramática se dio cuenta que la tarea era más complicada aun, había una barrera adicional que al aprender desconocía e iba más allá de la linguistica.  Según esta señora su alemán nativo, el inglés y las lenguas romances son lenguas áridas y primitivas comparadas con el Zulu africano. En las lenguas europeas hay variedad de opciones de como trasmitir el mensaje, pero no se compara con el Zulu, que es un idioma que permite transmitir infinidad de matices y emociones según como articules la oración. Lo singular es que cuando hablan en Zulu, todos los africanos saben al menos unas mil fabulas, historias y leyendas de su intricada tradición, y estas metáforas las entretejen en su conversación, como imágenes, como símbolos, como moralejas, dándole así al idioma una extensión filosófica adicional. Ellos se comunican en parábolas donde se transmite otro horizonte paralelo de información.

Video  tomado en Soweto, en un calle donde vivio Desmond Tutu y Nelson Mandela.

Siendo blanco, inevitablemente me vi envuelto en tal dicotomía social. Cuando le servía, a un negro que curiosamente se llamaba promesa (Promise), me preguntó si la comida tenía pescado. Sucede que cuando niño una de las esposas de su padre intentó envenenarle, y ahora por más que experimente comer pescado, se pone mal con reacciones alérgicas similares a las que padeció con el envenenamiento. Comentó que en su pueblo antes de ir a la policía debes ir donde el jefe de la tribu, ya que es una falta de respeto no hacerlo, pero el jefe solo te da audiencia si tienes dos esposas, ya que un hombre con solo una esposa aún no ha demostrado hombría.  Promise es un experto en Permacultura y en Horticultura, pero su mano de obra en el mercado vale la mitad que la de un blanco.

Latinoamérica es otro continente con el legado de nativos oprimidos por el blanco europeo. Pero quizá no tenemos tal grado de consciencia o sensibilidad sobre la tensión racial, hemos adormecido los sentidos conviviendo entre blancos e indios, no hacemos esfuerzo consciente por sanar las heridas y las diferencias sociales.  Perdemos también ese gran legado del mundo indígena pre hispánico.  Quizá no sea mala idea aprender de los africanos ese esfuerzo consciente por sanar las heridas entre nativos y europeos.