Una propuesta para afrontar, condromalacia, degeneración de discos,
hernias cervicales y lumbares, la
artritis, la ruptura de meniscos, y todo género de tendinitis. La respuesta no es consumir colágeno.
Sacha Barrio Healey
En
los arqueológicos umbrales de la evolución, por múltiples razones de
estabilidad química, la naturaleza escogió al carbón como el elemento sobre el
cual construir el esqueleto de la vida. El carbón es el ladrillo básico de toda
la arquitectura de la vida. El asunto repelido es que el carbón no es muy aficionado al agua,
pero el carbón contenido en polisacáridos y proteínas ha sido el camino evolutivo
para amistarlo con el agua.
Dada
su ubicuidad en el reino animal el colágeno es quizá la proteína más abundante
en el planeta. Del mismo modo, también es la proteína más abundante en el
cuerpo, todos nuestros tejidos están envueltos en fibras de colágeno, es la urdimbre
que nos envuelve y sujeta. El colágeno
se forma de amino ácidos sobre una espina dorsal de carbón.
Hay
un fenómeno extraño y algo insólito que sucede con el agua, este líquido separa
sus cargas iónicas, cuando está en contacto con sustancias hidrofílicas como el
colágeno. Obtenemos por un lado radicales oxidrilo OH- y por otro extremo protones
H+. Entonces cuando el colágeno se hidrata una serie de electrones se van a
adherir a lo largo de sus filamentos, por lo cual podemos decir que se
electrifica. En toda forma de existencia animal, el colágeno es el
semiconductor por excelencia.
Pero
para completar la ecuación, el colágeno no solo es amigo del agua, pero también
de la luz. La Luz solar separa las cargas del agua, la electrifica, al hacer
esto el sol electrifica al colágeno. Cuando el sol impacta al agua, a lo largo
del colágeno, un espacio vacío se forma llamado “zona de exclusión”. Contiguo a
ambos lados de esta zona se separan electrones del agua. Lo que podemos presenciar
es que el colágeno es un conductor que ayuda a separar las cargas positivas y
negativas del agua, y que el agua es la batería, fluida y omnipresente a lo
largo del cuerpo.
Se
ha encontrado que la óptima longitud de onda para conformar la Zona de
exclusión es 270 nm, la cual viene a ser el rango de ultravioleta B y la misma frecuencia que
genera la vitamina D. Por otro lado, los
electrones del agua se excitan con la luz solar dentro del espectro fotoeléctrico
que es entre 210 y 340 nm. Por lo tanto, formación de zona de exclusión del agua
y efecto fotoeléctrico suceden dentro de un mismo rango, donde se permite que
ambos fenómenos sucedan. Dicho en otras palabras, la luz separa las cargas del
agua (en 270 nm) y la luz solar realiza efecto fotoeléctrico, o liberación de
electrones al agua (entre 210 y 340 nm).
Con esto concluimos dos cosas, no es lo mismo practicar helioterapia que deglutir capsulas de Vitamina D. Segundo, si el laboratorio nos indica que tenemos bajos niveles de vitamina D, también señala que todo el cuerpo presenta un bajo nivel de potencial redox, bajo voltaje celular, reducido potencial de membrana, una carencia de corriente DC, todo lo cual en lenguaje pedestre llamamos fatiga.
Es
critico tener un flujo constante de electrones, para que la mitocondria pueda
sostener la vida. Empleando alimentos la mitocondria extrae electrones para
producir la cadena de transporte de electrones (CTE), la mayoría ignora que
comemos para generar este voltaje, pero más grave es la ignorancia de pensar
que tan solo los alimentos proveen electrones, y es el único combustible necesario,
la realidad es que es sólo un
ladrillo de la estructura necesaria para producir la energía.
Para ilustrar este hecho observemos lo que
sucedió con Valery Polyakov, el
cosmonauta ruso, que estuvo 437 días en el espacio, con una dieta balanceada y
realizando ejercicio diariamente, pero regreso enfermo, envejecido, escuálido,
exhausto y con avanzada osteoporosis. Los científicos saben que su enfermedad
se debe a que no fue nutrido de las fuerzas de gravedad de la tierra, del sol,
los cuales aportan electrones. El nombre del juego es cómo obtener electrones. ¿Y de dónde obtenemos los electrones? LO
obtenemos de dos fuentes de la comida y de la interacción del magnetismo de la
tierra, el agua y la luz. El flujo de electrones resulta clave para renovar la
vida. A contrapelo, toda terapia que no
abarque esta variable o que reduzca la conductividad será mejor abandonar.
Toda
zona que tenga inflamación tiene exceso de protones (ácido) y carencia de
electrones (alcalino). A comparación de
las grasas, los carbohidratos son pobres en densidad de electrones, y mientras
más dependa el hombre de la vía glucolítica para obtener electrones, más hambre
vas a tener, mayor demanda de azucares, más obesidad, más ROS, más radicales
libres, y finalmente la cadena ineludible de secuelas, que florecen de
erosionar y atrofiar esta vía metabólica, Alzheimer, Parkinson, cáncer y
diabetes.
Ahora todo proceso de producción de energía eléctrica
va a separar las cargas, las centrales hidroeléctricas lo hacen por otro
mecanismo, pero el resultado final es el mismo, un extremo con carga positiva y
un extremo con carga negativa, la potencia eléctrica requiere este fraccionamiento.
Intercambio de electrones es lo que hace girar a todo el mundo y toda forma de
vida celular. Desde el punto de vista evolutivo comparado con primates las
células de Homo sapiens tiene mayor
capacidad para captar electrones y fotones, la diferencia está no solo en el
colágeno, pero en la concentración de DHA.
Resolver enfermedades es esencialmente resolver
un problema de energía y no remediar problemas de biología o genética. Esto
aplica a todas las enfermedades, por eso, cuando observas desde el punto de
vista correcto, la medicina es más sencilla de lo que habíamos supuesto. Si se
observa con la cabeza inmersa en el citosol, desde la infinidad de
permutaciones bioquímicas, es demasiado complejo, no sales del paradigma biomolecular,
tendrás respuestas equivocadas por qué formulas preguntas equivocadas. Pero tomando
algo de distancia y observando desde las leyes de la física cuántica,
entendiendo que todo el sistema tiene un solo propósito que es producir energía,
entonces las dudas se disuelven y sujetas el control la salud.
A
veces es necesario observar no con microscopio, rayos X, o resonancia
magnética, en algunos casos ni siquiera hace falta observar la materia, pero pensar
con la filosofía de las leyes físicas del universo, hay que recordar que Einstein
fue un físico teórico y nunca realizó experimento alguno. La medicina china no rema con leyes de física
y biología cuántica pero la domina y comparte el mismo objeto de estudio, que es la
energía, el yin y el yang, tiene un vasto y complejo marco teórico sobre este
campo de estudio, y empírica y
experimental mente ha trabajado con ella por milenios.
Si
somos capaces de mantener flujo de energía dentro del cuerpo, posibilitamos una
vida larga. La salud es una danza cuántica de electrones, con ritmo, cadencia,
y concierto. Cuando la energía es alta, la entropía se reduce y el orden
celular aumenta. La luz solar, el colágeno, el DHA, el agua nos vuelve imanes receptores
de electrones. El colágeno es un dispositivo que genera orden a partir del
caos.
En
el mundo electrónico, la electricidad puede ser directa o alterna, la corriente
alterna fue un artificio tecnológico de Nikolái Tesla, pero en la biología sólo
hay lugar para corriente directa DC (direct
current). La biología requiere DC, y la forma gratis como lo fabrica y
propaga es con fotones, agua y colágeno. Corriente DC es lo que argumenta y elabora el Dr.
Robert O. Becker en su célebre libro “The
Body Electric”.
Cuando
el colágeno no tiene sol ni agua, no tiene corriente eléctrica, se atrofia y
descarga, y esto nos lleva a la condromalacia, degeneración de discos, hernias
cervicales y lumbares, la artritis, la ruptura de meniscos, y todo género de
tendinitis. El caso de la hernia discal es falta de corriente DC en el
ligamento longitudinal posterior de la columna vertebral. El verdadero problema
es uno de voltaje en el colágeno y no que nos falte suplementar colágeno. Es falta de agua y luz natural. Así como
también, sobre exposición a luz artificial, contaminación electromagnética y presencia
de flúor en el agua, que no permite la separación de cargas. Pero a juzgar por
los epidémicos niveles de vitamina D de la población el problema principal y
central es falta de Luz solar, sumado a un exceso de luz artificial.
Ahora
cómo es que el cuerpo genera colágeno, lo hace por intermediación de la enzima
lisil oxidasa. Para entender esta enzima hay que saber que contiene cobre como
cofactor. El cobre esta clasificado como metal de transición, otros metales semejantes
son: Titanio, vanadio, cromo, manganeso,
cobalto, hierro y níquel. Se define metal de transición al que tiene un orbital
“d”, parcialmente lleno de electrones. Cada elemento tiene orbitales donde giran
electrones, y llevan el nombre de s,p, d y f. El orbital “s” tiene una órbita,
el orbital “p” tiene 3 suborbitales. El
orbital “d” tiene 5 suborbitales, y cada uno tiene 2 electrones, es decir en
total puede sostener 10 electrones. El orbital “d” tiene forma de una hoja de
trébol.
Lo
que nos interesa saber es que el cobre tiene un orbital casi colmado de
electrones, y una excepcional capacidad para distribuir y transportar
electrones.
Los
metales de transición tienen propiedades magnéticas, propiedades catalíticas y
todos son conductores de electricidad.
Debería empezar a llamar la atención que en el cuerpo al igual que la
electrónica, tenemos separación de cargas positivas y negativas, se usa el agua
como batería, y se emplea al cobre como conductor de electrones.
La enzima
que realiza ligandos con el colágeno es la Lisil oxidasa y se empodera a actuar
bajo el potencial redox de la célula. Los electrones agregados a los iones de
cobre del lisil oxidasa obtienen poder reductor para hacer la trama del
colágeno. AL hacer la trama entretejida del colágeno se vuelve piezoeléctrico.
Lisil
oxidasa también está sobre expresada en varios tipos de fibrosis, como fibrosis
pulmonar, así como ciertas formas de cáncer.
Las
proteínas del colágeno obtienen sus primeros dos doblamientos por acción del
código del ácido nucleico y las últimas dos, por señales Redox. Requieren de la
carga iónica del medio.
Por
qué exactamente lisil oxidasa emplea al cobre como catalizador, es debido que contiene
muchos electrones en el orbital “d”. Estos electrones son estáticos a menos que
fotones o electrones los exciten muevan o desplacen. De igual modo el cobre
puede perder estos electrones si hay demasiados protones por el camino. Es por
ello que en todo proceso inflamatorio hay un excedente de cargas positivas. La
carga positiva tiende a la acidez e inflamación y lo negativo es alcalino. Cuando
se mueven los electrones de lisíl oxidasa hacia las cadenas del colágeno, se electrifica
proteínas, y tenemos corriente DC. El colágeno
actúa como un imán que incrementa flujo de electrones hacia las mitocondrias.
LA mujer tiene una tendencia a la deficiencia de cobre y el
hombre al Zinc. Esto explica porque la mujer se dirige más a la fibromialgia,
desmielinización y a la enfermedad autoinmune. Por otro lado, el cobre se requiere
para convertir progesterona en estrógeno. El hombre necesita zinc para
convertir progesterona en testosterona. Cuando delina el cobre, el colágeno se
debilita, y pierde su habilidad de almacenar carga eléctrica.
Pero
la historia del colágeno, el sol y el agua, no es solo sobre generar voltaje.
El agua captura el fotón, y luego puede reemitir este fotón, libera un cuanta de energía, en la forma de otro fotón
dentro del tejido, esto es lo que se llama bio-fotón.
LA
Luz otorga tanto un efecto foto-químico como foto-físico. El efecto foto-químico
de la luz se da sobre el citocromo c oxidasa mitocondrial y produce ATP. Pero
el efecto foto-físico de la luz, se da al desplegar de las proteínas, con lo
cual aumenta la superficie de contacto con el agua, y por lo tanto la
posibilidad de generar corriente DC.
Estamos
diseñados para alterar el balance eléctrico del agua usando luz solar. Conviene
añadir el conocimiento que entre el aire, la tierra y el mar, es en al agua
donde la conductividad eléctrica se expande y filtra con mayor agilidad. El mar
es más denso de electrones que la tierra firme. El frio contrae la materia,
específicamente los complejos respiratorios de la mitocondria, el frío aumenta
la conductividad. Bañarse en agua fría, y bajo del sol, parece reunir elementos
con los que Einstein expresó en su ecuación de la energía E=m C 2.
Gilbert
Ling fue un destacado bioquímico que tuvo un desconcertante hallazgo, comparó
la cantidad de energía que requiere una célula en ATP, con la cantidad de energía
que produce la célula, y observó que hay un déficit. LA demanda energética de
una célula excede su capacidad de generación en el ciclo de Krebs. Cómo
compensa la célula este déficit energético está expuesto en estas líneas.
La
mayoría no reconoce para qué exactamente respiramos, y viene a ser para que el
oxígeno pueda recibir electrones. Resulta que necesitamos abundantes electrones
para poder captar más oxígeno, más fotones y aumentar el voltaje celular.
Cuando
las proteínas y ADN de cuerpo están carentes de electrones, las fuerzas
electromagnéticas decaen, y todos los puentes de enlace empiezan a debilitarse.
Todo se derrumba en escombros vivientes, despojos y cenizas. Con esto podemos ver que la luz es la goma
que contiene, amarra y sujeta a todos los enlaces del cuerpo. Por que es la luz
la que activa la batería que es el agua, le separa sus cargas y nos da una brisa
de electrones. Estos electrones sujetan y controlan que todos los enlaces estén
en su lugar, neutralizan a radicales libres corrosivos.
Ahora
los dermatólogos nos “educan” del peligro del sol, o bien olvidan la vitamina
D, o prefieren que lo tomes en capsulas, pero sobre todo es porque no estudiaron biología cuántica. La
vitamina D tomada en capsulas trae una serie de inconvenientes y problemas que
no vamos a mencionar ahora, basta decir que la ruta tiene que ser dérmica. En general, juzgando que el sol no es muy rentable,
la industria farmacéutica se inclina por promocionar cremas anti solares y cápsulas
de vitamina D. Además de extender “campañas educativas” sobre los peligros
del sol.
Sin
olvidar la fotocarcinogénesis, terminamos recordando que el ultravioleta es la
llave que abre las puertas del infierno y del cielo. Igual que la religión, la hoja
de coca, y el sexo con amor o con violencia. Pero para ser honestos y buscando
un punto de vista equilibrado y objetivo, tal es el desconocimiento que el peso
de la balanza se inclina por una epidemia de falta de vitamina D. Se estima que
por cada persona que padece cáncer de piel se tasan unas 200 personas con
diferentes tipos de cáncer por carencia de vitamina D.
Personas
con niveles especialmente bajos de vitamina D, son particularmente vulnerables
al sol, tienen alergia al sol, generan melasma o manchas cutáneas, además de
melanoma, en ese contexto es debatible,
si muchos casos de cáncer de piel son debidos a un exceso o una deficiencia de
exposición al sol. En general hay una previa deficiencia crónica de vitamina D
y se le suma un súbito y agudo exceso de exposición a la luz solar. Por lo
tanto, es importante desarrollar, a modo progresivo y gradual, una callosidad
al sol, incrementando la exposición en intervalos de un minuto diario hasta
llegar a 30 o 60 minutos diarios. Con esto lumínicamente se adapta el cuerpo a
absorber la medicina.
Pero
en realidad no es solo falta de vitamina D lo que plasma la pandemia de cáncer,
es una hipoxia celular generada por un bajo voltaje celular. Cuando no hay
energía, el oxígeno no está disponible al interior de la célula, y a modo de
respuesta de contingencia el núcleo (los genes) activa respiración anaeróbica,
que es otra palabra para decir cáncer. Sin embargo, la expresión genética
inoportuna y degenerativa, tienen una raíz, viene derivada de un problema en la
energía celular.
Algunos
conceden que no se exponen al sol lo suficiente, pero objetan hacerlo razonando
que avejenta y arruga la piel. Para responder esta pregunta, después de
considerar los factores de moderación, vale decir que los rayos UV son una
fuerza potente de la naturaleza que debe llegar a un receptor adecuado, en este
caso piel con células hidratadas, colágeno, y sobre todo DHA.
Hace
poco se acercó una paciente que padecía de hipotiroidismo Hashimoto y Diabetes,
viene de vivir en EEUU, y acaba comprarse un departamento en el noveno piso en
San Isidro. Grande fue la sorpresa cuando se le dijo que en ese lugar será complicado
lograr una curación. Habrán unos largos meses de neblina, lejos de la tierra, un
departamento hasta los topes de luz artificial y aireada por múltiples señales
inalámbricas WIFI. Argumenta que puede no mudarse acaba de comprar el
departamento y ha sido costoso, pero la naturaleza es inexorable y no le
importan los precios del mercado ni los vecindarios palaciegos. La anatomía eléctrica
de la célula necesita contacto a tierra y sol de forma diaria.
De
igual modo, vino una pareja de migrantes de Ayacucho, ellos viven ahora en
Magdalena del Mar, y la señora tiene cáncer de mama HER2. Un cáncer genético, pero
no hereditario, mas bien epigenético como el 98% de los canceres que nos
acechan en la modernidad. Existen cuatro grandes reparadores epigenéticos, los
polifenoles, la cetosis, el microbioma intestinal y niveles óptimos de vitamina
D (entre 70 y 100 ng/ ml). Se le explicó quizá sea una buena idea considerar regresar
a su tierra donde tiene tierra y sol todo el año. Me dijo que en su pueblo
crece, cacao, café, quinua, papaya, y mi pregunta fue si cultivara esos
productos en Magdalena cual seria el resultado, que de igual modo ella debe
vivir en un lugar donde su salud pueda florecer.
La decisión de dónde vivir es para meditarlo con sigilo. A veces hay que cambiar la dieta, a veces hay que cambiar el hábitat. El código postal a veces resulta más importante que el código genético.
En
caso que el texto fuera demasiado técnico asimilar, solo basta recordar que el
agua y el fotón, nos dan la solución.
Referencias:
Becker, Robert O. The Body Electric. Electromagnetism and the Foundation of Life.
Van Wick, Roland. Ligt in Shaping Life.